Mis novelas

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jueves, noviembre 24, 2022

RÓMULO GALLEGOS

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DE LIBROS Y OTROS PLACERES

En el imaginario mexicano, el nombre Rómulo Gallegos queda siempre ligado al de Doña Bárbara, esa cinta de nuestro cine de oro que convirtió a María Félix en una leyenda viva. Pero olvidamos que Doña Bárbara fue, originalmente, una de las grandes obras de ese escritor y político venezolano. Gallegos reunió esas dos facetas normalmente antagónicas: la de político exitoso –tanto que llegó a ocupar la presidencia de su país en 1948, siendo el primer mandatario presidencial del siglo XX elegido de manera directa, secreta y universal por el pueblo venezolano, con más del 80% de los votos— y la de escritor excelente y prolífico, con cuya obra universalizó el paisaje y el pueblo venezolanos.

Aunque es precisamente Doña Bárbara la más conocida de sus obras, hay, entre sus muchas otras novelas y cuentos, obras de gran valor literario. Sus descripciones de la selva, los ríos, los poblados, son tan logradas, que sumergen al lector en el paisaje. Pero fue también Gallegos un gran conocedor del ser humano. Encontramos en sus personajes retratos aplicables a los latinoamericanos de entonces y de ahora.

Como muestra de ello, comparto aquí, de su fascinante novela “Canaima”, estas consideraciones acerca del machismo visto como una carga no siempre fácil de llevar:

Era José Francisco hermano de José Gregorio…Carente del valor tradicional de la familia hasta los extremos de la cobardía, pero doblado de impulsivo hasta los límites de lo patológico, esto hubo de suplir por aquello, sin lo cual nadie podría vivir en la tierra de Los Hombres Machos y menos un Ardavín, llegando a ser tan perfecta la simulación, o, mejor dicho, tan aparatosa, que muy pronto logró su propósito de hacerse temible.

Pero sólo él sabía cuántos esfuerzos le costaban estos escarceos de machía, que, lejos de aplacar a los fantasmas de su miedo fisiológico –nervios destemplados, carne ruin—le fueron creando otro, aún más atormentador. El aura que le formaba la mentira de su bravura y la fatal necesidad de acreditarla algún día con ejecutorias positivas, acabaron bien pronto por infundirle temor, ya morboso, de sí mismo, de los temerarios arrestos que en un momento dado pudieran ocurrírsele al falso valiente de día en día desligado del control a que al principio lo sometiera. Sólo que al darle cabida en su espíritu a esta reflexión ya penetrada de un sentimiento de intimidad dúplice, no calificaba de falso al Ardavín valeroso que quisiera manifestarse en él, sino por el contrario, al que sudaba frío y temblaba por aquél, no permitiéndole revelarse tal cual era. Hasta que por fin esta figuración del desdoblamiento, que ya era un pie en el umbral de la locura, se le materializó de tal modo, una mañana de borrachera tempestuosa la víspera, que sintió cual si de su cuerpo se desprendiera otro, llevándosele todo el calor vital y las energías de ánimo, al tiempo que lo dejaba, por ilusoria mitad, yerto de pavor y de muerte próxima.

Y tú, amigo, ¿qué piensas de esa necesidad de convertirse, a los ojos del mundo, en un “gran macho”, ése que nada ni a nadie teme…? Yo creo que debe ser una carga muy pesada…


jueves, noviembre 17, 2022

JULIO CÉSAR, EL MODELO DE LOS DICTADORES

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DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Está de moda hablar de dictadores: de los que en este tiempo lo son, sin tapujos, de los que desean serlo y de los que lo parecen… Sin embargo, nada tiene de moderna esta forma de gobierno, que el diccionario de la RAE define como: Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.

Dicha forma de gobierno surgió en el siglo VI antes de nuestra era, en la antigua Roma, como una magistratura extraordinaria ejercida temporalmente con poderes excepcionales, ante una situación de emergencia. El primer dictador registrado por la historia fue Tito Larcio, nombrado para hacer frente a los latinos y sabinos que amenazaban al estado romano y habían secuestrado a las mujeres durante una fiesta… vaya que era una situación de emergencia.

Y en este argumento de la emergencia política y social se han apoyado muchos de los dictadores de la historia moderna; lo temporal lo hacen tan largo como pueden.

Pero volvamos a Roma, es decir, al punto de partida y, en especial al dictador más famoso de la historia, el modelo de todos los que han tomado el poder bajo esa forma y, también, de todos los que, en tiempos más cercanos, se han soñado y se sueñan ejerciendo un poder sin freno.

Gayo Julio César nació en el año 100 a.C., en el mes de Quintilis, que después se llamaría mes de julio en su honor, al seno de una familia patricia pero, como diríamos por aquí, venidos a menos en cuestión económica.

Desde niño mostró las cualidades innatas que, desarrolladas al máximo gracias a su afición por el estudio de todas las ramas del conocimiento y a su don para aprovechar las oportunidades y salir de los problemas, lo convertirían en un ícono de la historia de la humanidad. Entre sus habilidades más notables estaban el don de la palabra (era un orador fascinante) y la facilidad para concebir estrategias.

Uno de los personajes fundamentales para el ascenso de Julio César fue su tío Gayo Mario, un reconocido militar y político, que se convertiría en el líder de los populares, facción cercana a los plebeyos, misma que confrontaría a los optimates, a la que pertenecía la élite de patricios y senadores.

Aunque en la primera guerra civil vencieron los segundos, y esto causó que Julio César tuviera que exiliarse, también le produjo un importante capital político pues heredaría el liderazgo de las mayorías. Este liderazgo se formalizó al volver a Roma y heredar, de otro importante tío, el título de pontífice máximo en el Colegio de Pontífices.

Desde entonces su ascenso fue vertiginoso. Como militar, obtuvo grandes victorias; como administrador al frente del gobierno de Hispania enriqueció al erario público y, de paso, se hizo de una gran fortuna, indispensable para seguir su carrera política.

Como al interior del Senado seguían existiendo grandes diferencias, César comprendió que era necesaria una alianza entre poderosos y la materializó al unirse con Craso y Pompeyo, fundando el primer triunvirato. Pero tuvo la inteligencia para quedarse en Roma mientras Craso hacía la guerra en Siria (donde murió) y Pompeyo ejercía el consulado en Hispania.

Con su enorme capacidad estratégica, César consiguió que más de un senador le debiese favores y, así, hizo que su protegido Publio Vatinio propusiera una ley por la que se le concedían, en calidad de Procónsul, tres legiones, las provincias de las Galias cisalpina y transpadana y la Iliria. Acumuló así suficiente riqueza y poder para el siguiente paso (para el que, por cierto, hizo toda la pantomima de no estar muy interesado): que el senado lo nombrara dictador y le permitiese reunir en sus manos todo el poder gubernamental. El senado se supeditaba a sus decisiones, convirtiéndose en una asamblea consultiva a la que podía escuchar o desestimar. Y, para completar su dominio total, los funcionarios públicos fueron obligados a prestar el juramento de no oponerse jamás a medida alguna emanada de él.

¿Se inspiraría en los faraones que había visto en Egipto, al lado de la también talentosísima Cleopatra? Quizás. Así lo narro en mi novela Volver a Roma, cuyo tema es, precisamente, una mirada interior a los dictadores. Te invito a leerla.

Porque todos los que han ejercido el poder dictatorial (abierta o veladamente) se han inspirado en este famoso romano que escribió mucho, legándonos un gran conocimiento y frases inolvidables y eternas, a veces espeluznantes como éstas: 

Al final, es imposible no convertirse en lo que los demás creen que eres.

El César debe ser una bestia sin corazón.


jueves, noviembre 10, 2022

SOR JUANA EN BOCA DE TODOS

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DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Como cada año, al celebrar un aniversario más del natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, se reaviva, entre los intelectuales, la polémica infinita que rodea a esta figura de las letras mexicanas. Porque no hay persona que se precie de su cultura que no tenga una opinión sobre la Décima Musa. Que si es lo más portentoso que ha dado este país o que si es un ícono creado por intereses políticos. Si sus letras revelan un genio muy superior a la normalidad, además de una erudición poco común o era una poetisa ingeniosa y oportunista, que supo granjearse los apoyos necesarios para darse a notar. Que si escribía realmente ella, o alguien le ayudaba… y un sinnúmero de conjeturas alrededor de su vida personal, que llegan hasta a duelos de especialistas sobre la fecha exacta de su nacimiento, la legalidad de la unión de sus padres, las razones por las que pasó a formar parte de la corte virreinal, la identidad de los (o las) amantes que esconde su poesía, la adoración mutua entre la virreina y la monja. Las razones por las que dejó la corte para entrar en un convento, la moralidad de sus tertulias en el claustro de San Jerónimo… en fin, ensayos, biografías, discusiones, cuentos y novelas, llenan cientos de miles de páginas y los homenajes y actos conmemorativos se consideran una obligación de todo político, lector o no de Sor Juana.  

Tanto empeño y afán alrededor suyo se hace a veces chocante, al grado de inspirar también a algunos, como mi colega Beatriz Rivas que, en el libro de cuentos Las Revoltosas, con mucho ingenio, da voz a la Musa para pedir una tregua:

Sobre mí se han escrito más de dos centenas de libros, ensayos cuentos, novelas, tratados, prólogos e introducciones. Larga lista y, me perdonarán, pero sigue otra: biógrafos, historiadores, poetas, críticos literarios, novelistas y admiradores en general, mexicanos y extranjeros, ha intentado profundizar en mi obra, indagar sobre mis días, cuando todavía estaba viva y gozaba de salud plena. Los políticos me utilizan, inventando homenajes y aprovechando mi nombre en sus discursos superfluos.

Yo, por mi parte, he hecho un esfuerzo por leer lo que de mi persona se publica. Confieso que he abandonado algunos ensayos desde las primeras páginas e incluso, he tenido que deshacerme de algunas novelas pues, aunque tengo garantizada la vida eterna, aprecio el tiempo que le dedico a la lectura….y les aseguro que hay textos que no valen la pena… ¿Cómo se atreven a imaginar y a poner sobre papel mi vida íntima? ¿Quién les otorgó la autorización, que ni Dios tiene, de fantasear sobre mis intenciones, de explicar mis deseos?

Pero más allá de este simpático juego literario, debemos reconocer a Juana de Asbaje como una mujer de personalidad e inteligencia fuera de lo común y que su obra encierra no solamente un tesoro para la historia de la literatura, sino una inspiración para toda mujer con espíritu de excelencia, con voluntad de no permitir que un medio ambiente adverso le impida cumplir su misión y sus sueños. Sor Juana logró saltear muchos obstáculos de su condición y su tiempo. 

Al final, la cerrazón, la envidia y la misoginia comunes todavía en la estructura eclesiástica, parecieron doblegarla. Sin embargo lo escrito, escrito estaba y ya no pudo ni la Inquisición misma evitar que trascendiera todos estos siglos. Ese clero que primero la ensalzó y compartió su gloria, para después tenderle una trampa y obligarla a abandonar su trabajo intelectual, acabando con su esencia 

…parecer quiere el denuedo/ de vuestro parecer loco/ al niño que pone el coco/ y luego le tiene miedo…


jueves, noviembre 03, 2022

VIVIR PENANDO

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DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Estos días en que, dicen, las ánimas andan sueltas, quiero poner sobre la mesa algunos momentos personales, mis vivencias al escribir y al dar a luz a uno de mis hijos de papel, la novela titulada Por eso vivo penando, que ha alcanzado ya cinco ediciones desde 1999, tanto de editoriales comerciales como del Fondo Editorial del Estado de México.

Dicen que todo escritor debe dejar testimonio de su tiempo. También es cierto que la literatura no puede ser una crónica exacta, no se trata de un reportaje sino de la transformación de la realidad, de acuerdo con la visión y los sentimientos del autor. Ambas intenciones me hicieron escribir esta novela, la que yo llamo, con orgullo, la más mexiquense de mis obras. 

A través de las protagonistas: dos jovencitas, vecinas de Metepec, Alicia y Gloria, y de la gente con quien conviven, relato la vida cotidiana de éste, nuestro tiempo, y describo algunos rincones de nuestra tierra y sus alrededores. Alicia y Gloria han tenido, a su corta edad, vidas agridulces, con buenos momentos pero también con dificultades. Cada una emprenderá un trayecto distinto, de acuerdo a su temperamento y a las decisiones que toma en relación al entorno. Alicia, soñadora e idealista; Gloria, práctica y dura.  Ambas, aunque muy jóvenes, mujeres completas que se enfrentan a un futuro incierto, un mundo poblado de ataduras y de trampas; una serie de elecciones que irán formando su camino.

Pero no sólo tú, lector, serás testigo de las acciones, de los pensamientos y sentimientos de estas jovencitas. En el contexto de la novela aparecen fantasmas que miran a las chicas sin que ellas los descubran. Estos personajes encarnan momentos claves de nuestro pasado, situaciones y hechos cuyos efectos seguimos arrastrando. Surgidos de la historia, de la leyenda y hasta de rumores, de chismes que han pasado de generación en generación, cada uno de ellos toma la voz para contarnos su historia.

Así, el título de Por eso vivo penando adquiere sentido: penan las ánimas y a veces los vivos, atados a una idiosincrasia que hace difícil crecer sin dolor, especialmente, aunque tanto se hable de liberación, en el caso de las mujeres mexicanas.

Claro que todos reconocemos esa frase: Por eso vivo penando es un verso del Son de la Negra, canción que no puede faltar en ningún festejo en nuestro país, cuando entra el mariachi y nos pone la carne de gallina… y qué decir si la oímos en el extranjero, donde seguramente nos hará rodar las de San Pedro.

Elegí dicho título no solamente por esa condición femenina de andar penando, también por la filosofía que encierra la pieza en cuestión: a todos diles que sí, pero no les digas cuándo… Qué manera de resumir, en una línea, la filosofía del mexicano: sí, ahorita, sí, al ratito, sí, compadre, sí, mi amor… cuando no tenemos la menor intención de llevar a cabo el asunto en cuestión. Lo hacemos a todos los niveles: familiar, laboral, político.  

El Son de la Negra tiene también una parte muy romántica y poética: qué tal esa metáfora de ojos de papel volando. Imaginen qué mirada más seductora la que hizo pensar al autor en esos papelitos que caen suavemente, como copos de nieve.

Por eso vivo penando, la novela, busca englobar todo eso, hilvanado con un hilo alegre: el de la danza folklórica, presente en toda la obra. Gloria y Alicia acuden a la Casa de la Cultura de Metepec a practicar esta disciplina. Se presentan en el Cerro de los Magueyes y en Malinalco, en lo alto de la zona arqueológica. En cada una de sus exhibiciones atraen las miradas y las reflexiones de vivos y muertos.

Espero, amigos, que este libro, lleno de la magia de nuestra tierra, llegue a sus manos. Leer es una forma infalible para viajar sin penas. Y los libros se liberan de su penar al ser leídos… también nosotros, los autores, dejamos de penar cuando nos leen.


Soñar...

Mi mayor placer es soñar. Soñar dormida y más, despierta. Dejar volar la imaginación y tratar de convertir esos sueños en palabras.

EL NIÑO BENITO JUÁREZ

--> DE LIBROS Y OTROS PLACERES Un personaje que no debemos olvidar, por su importantísimo legado a la formación de este país, es...