Mis novelas

Mis novelas
Mis novelas

jueves, enero 25, 2024

BENEDETTI, LA VIDA Y EL AMOR

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Hoy quiero recordar a Mario Benedetti, el imprescindible escritor uruguayo, quien vivió una larga vida, con momentos muy duros: la necesidad de abandonar los estudios prematuramente para mantenerse; el exilio, lejos de su amada esposa; la penosa enfermedad y muerte de ella. Este hombre generoso, sensible, queridísimo por sus numerosos amigos, fue autor de una obra extensa que abarcó todos los géneros, alrededor de dos ejes fundamentales: el amor y la conciencia social. Su estilo sencillo, su decisión de llevar a la literatura el hablar de su gente, la profundidad de sus pensamientos, lo sorpresivo de sus imágenes poéticas y la ternura que provocan sus palabras, le permitieron la inusual suerte de ser a la vez popular y reconocido por varios críticos, aunque algunos menospreciaron su obra debido, precisamente, a su sencillez. A pesar de sus detractores, Benedetti recibió galardones por todo el mundo y se convirtió en referente de la poesía latinoamericana y, también, en un best seller.

En esta era del cine, la televisión y las redes, pocos poetas han atraído, como él, lo mismo a jóvenes que a adultos.

Sería imposible decir cuál de sus cerca de ochenta libros es el más importante. Elegir entre el Benedetti cuentista, el novelista o el autor dramático, capaz de hacernos estremecer con obras como Pedro y el Capitán, Montevideanos o La Tregua.

Pero hoy que su vida física se ha extinguido, esa vida que vibró con el amor, como él mismo lo aseguró en el prólogo de su poemario El amor, las mujeres y la vida, y encontró en ese misterioso sentimiento la inspiración de sus más bellos poemas, quisiera honrar su memoria recordando éste, que guardo siempre entre mis poesías favoritas:

Corazón coraza

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

 

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

 

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre

y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no.

 

Y también, amigos, este otro poema, que cobra el valor de un testamento, un vaticinio de la eterna permanencia de la fascinante obra de este talentoso uruguayo.

 

Chau número tres

Te dejo con tu vida

tu trabajo

tu gente

con tus puestas de sol

y tus amaneceres.

 

Sembrando tu confianza

te dejo junto al mundo

derrotando imposibles

segura sin seguro.

 

Te dejo frente al mar

descifrándote sola

sin mi pregunta a ciegas

sin mi respuesta rota.

 

Te dejo sin mis dudas

pobres y malheridas

sin mis inmadureces

sin mi veteranía.

 

Pero tampoco creas

a pie juntillas todo

no creas nunca creas

este falso abandono.

 

Estaré donde menos

lo esperes

por ejemplo

en un árbol añoso

de oscuros cabeceos.

 

Estaré en un lejano

horizonte sin horas

en la huella del tacto

en tu sombra y mi sombra.

 

Estaré repartido

en cuatro o cinco pibes

de esos que vos mirás

y enseguida te siguen.

 

Y ojalá pueda estar

de tu sueño en la red

esperando tus ojos

y mirándote.

jueves, enero 18, 2024

GARIBALDI, UN REVOLUCIONARIO QUE DEJÓ HUELLA

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES

¿Por qué se puso el nombre de Plaza Garibaldi a ese lugar famosísimo, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, visita obligada para los turistas, a dónde acuden los jóvenes enamorados en busca de un grupo de músicos para llevar serenata, o a ahogar su despecho en tequila, en ponche de granada o toritos, oyendo canciones de ardido en el Salón Tenampa o en otro de los bares tradicionales de ese lugar?

Pocos nos hemos hecho esa pregunta, formulada en estos días por un amigo italiano, a quien intriga que el héroe de la unidad de su patria se honre en este sitio que, aparentemente, nada tendría qué ver con él.  La respuesta sorprenderá a muchos.

Resulta que la Plaza Garibaldi no lleva ese nombre en honor del legendario Giuseppe Garibaldi, héroe del Risorgimento italiano, incansable guerrillero que luchó también en América del Sur, al frente de la Legión Italiana que contribuyó, en 1846, a la Independencia uruguaya. Para entonces, Giuseppe ya había pertenecido al movimiento Giovine Italia, fundado por Giuseppe Mazzini, que fracasó en el intento de liberar a su país del yugo austriaco, en 1834. A causa de esta derrota, Garibaldi se exiló primeramente en Brasil, donde conoció a Ana Ribeiro da Silva, “Anita”, quien sería por años su compañera de armas, esposa y madre de cuatro de sus hijos.

De Sudamérica, Giuseppe volvió a Europa para ponerse a las órdenes del Papa Pío IX, quien comenzó su reinado eclesiástico con un sello marcadamente liberal y fue un gran apoyo para el movimiento de unidad de los estados italianos, por entonces divididos en varios reinos, muchos de ellos sojuzgados por las grandes potencias de la época.

La suerte se acercó y se alejó varias veces del incansable y tenaz Garibaldi, quien consiguió, finalmente, al frente de sus legendarios Cacciatori delle Alpi, la unidad de Italia, entregando la corona de esta nación a Vittorio Emmanuelle, monarca constitucional.

Esta época crucial en la historia italiana, es el tema de la novela El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, que fue llevada al cine con Burt Lancaster, Gina Lollobrigida y Alain Delon en los papeles estelares. Un clásico de la literatura y también del cine.

Un nieto del ídolo italiano, heredero no sólo del nombre: Giuseppe Garibaldi, sino también de la pasión revolucionaria, luchó, con el grado de teniente coronel, en las filas de Pancho Villa. Su destacada actuación en la batalla de Nuevo Casas Grandes, le dio fama entre las filas villistas. De ahí que se decidiese inmortalizar su nombre bautizando con él la plaza que hasta entonces se llamara Pila de la Habana. Parece ser que poco después de la gloria militar, Garibaldi cayó de la gracia de Villa, quien quizás se sintió opacado por el italiano, y lo echó de sus filas después de la batalla de Juárez, en 1911; pero no pudo evitar que pasara a la historia.

El nombre de Plaza Garibaldi se ha extendido por el territorio de los Estados Unidos. En casi todas las ciudades donde las colonias mexicanas son numerosas, existen restaurantes y bares con dicho apelativo, en donde se pueden degustar platillos mexicanos, beber tequila y escuchar música de mariachi.

Finalmente, el nieto del héroe italiano se convirtió en figura emblemática, relacionada con la fiesta más que con la lucha. ¿Pero no fue nuestra Revolución, en muchos momentos, una celebración mitad trágica, mitad gozosa, en esa dualidad tan mexicana? 

viernes, enero 12, 2024

CARLOS DE SIGÜENZA Y GÓNGORA UN HÉROE CULTURAL DEL VIRREINATO

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Cuando pensamos en la literatura mexicana del periodo colonial solemos limitarnos a mencionar a Sor Juana Inés de la Cruz, la llamada Décima Musa, cuya genialidad, diversidad de conocimientos e intereses, se presentan a veces sin considerar el contexto, la época y a otras figuras contemporáneas de la célebre monja.

Hoy quiero referirme a un personaje fascinante, contemporáneo y amigo personal de Sor Juana: el escritor, catedrático, científico y capellán del Hospital del Amor de Dios, don Carlos de Sigüenza y Góngora.

Hijo de un maestro de la corte española, y emparentado con el poeta culterano Luis de Góngora, Carlos nació en la Ciudad de México en 1645. Recibió su primera educación en casa, junto con sus siete hermanos, de manos de su padre. Después ingresó colegio jesuita de Tepotzotlán para iniciar sus estudios religiosos, los mismos que continuó en Puebla. En 1667 fue expulsado de la orden por indisciplina. Regresó a la Ciudad de México e ingresó a la Universidad Real y Pontificia. En 1672 asumió el cargo de catedrático de astrología y matemáticas. Ocupó esa cátedra durante 20 años, realizando contribuciones notables, mientras desempeñaba simultáneamente el cargo de capellán del Hospital del Amor de Dios.

En 1681 Sigüenza escribió el libro Manifiesto filosófico contra los cometas, en que trataba de calmar el temor supersticioso que provocaba en la gente este fenómeno cósmico. El jesuita Eusebio Kino criticó fuertemente este texto desde un punto de vista aristotélico-tomista, pero, lejos de intimidarse, Sigüenza respondió publicando su obra Libra astronómica y philosóphica (1690), donde fundamentaba rigurosamente sus argumentos sobre los cometas según los conocimientos científicos más actualizados de su tiempo; citando autores como Copérnico, Galileo, Descartes y Kepler.

Imaginen cuánto tenían en común este hombre y su amiga Juana de Asbaje, con quien pasaba horas intercambiando saberes y sinsabores en el claustro de San Jerónimo. Ambos con profundos conocimientos y diversos intereses; los dos, atacados por la cerrazón, la envidia y el autoritarismo de jerarcas de la iglesia.

Las intensas lluvias de 1691 anegaron los campos y amenazaron con inundar la ciudad, y una plaga, consecuencia de toda esa humedad, consumió los trigales. Sigüenza utilizó un aparato precursor del microscopio para descubrir que la causa de la plaga era el Chiahuiztli, un insecto semejante a la pulga. Como consecuencia de este desastre, hubo al año siguiente una severa escasez de alimentos que provocó un motín popular. Las multitudes saquearon los comercios de los españoles y provocaron incendios en los edificios del gobierno. Sigüenza logró rescatar del incendio la biblioteca de la ciudad, salvándola de una gran pérdida.

Como cosmógrafo real de la Nueva España trazó mapas hidrológicos del Valle de México. En 1693 fue enviado por el virrey como acompañante del almirante Andrés de Pez en un viaje de exploración al norte del Golfo de México y en especial a la península de Florida, donde trazó mapas de la bahía de Pensacola y de la desembocadura del río Misisipi. Probablemente esta experiencia inspiró su novela de aventuras marinas Los infortunios de Alonso Ramírez. Aunque se pensaba que ese libro era una pura ficción, algunos historiadores modernos han ofrecido pruebas documentales que constatan que Los infortunios no es ficción sino un relato autobiográfico, recogido por Sigüenza y Góngora de voz del propio protagonista. En él se narra la vida azarosa de un portorriqueño de ese tiempo, quien fue cautivo de piratas ingleses.

En sus últimos años, Sigüenza y Góngora dedicó mucho tiempo a coleccionar material para una historia del México antiguo. Desafortunadamente, la muerte prematura interrumpió este trabajo que no fue retomado hasta siglos después, cuando la conciencia criolla se había desarrollado lo suficiente para interesarse en la identidad de su nación.

Al morir donó su valiosa biblioteca con más de 518 libros al Colegio Jesuita y ordenó que su cuerpo fuera entregado a la medicina, para que se encontrara la cura contra el mal que provocó su muerte.

jueves, enero 04, 2024

LOS REYES MAGOS

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Entramos ya, amigos, al ciclo de festividades que hemos dado en llamar “Puente Guadalupe-Reyes”. Desde el 12 de diciembre no paramos de fiestas tradicionales –casi todas de origen religioso—. Comeremos muchos antojitos: tostadas, buñuelos, pozole, mientras entonamos las Posadas. Disfrutaremos del bacalao, el revoltijo a base de romeritos, pavo y ensalada navideña, sin faltar los deliciosos turrones. Para terminar el puente, nos reuniremos con familiares y amigos alrededor de una rosca de reyes, acompañada de espumoso chocolate caliente. ¡Qué rico! 

Luego, la vida volverá a la normalidad. Los niños guardarán sus juguetes nuevos, para volver a clases. Los adultos estaremos de nuevo en el trabajo y, más de uno, tendremos entre nuestros propósitos urgentes recuperar la línea… es decir, de vuelta a la lechuga y el pollo asado…  Pero nos quedará el buen sabor de boca, la satisfacción de haber convivido con seres queridos y estaremos motivados a comenzar un nuevo año con mucha energía.

Hoy quiero compartir con ustedes los vuelos de mi imaginación a propósito de los Reyes Magos, estos seres legendarios que, cuenta la tradición, viajaron desde Oriente, guiados por una estrella, para conocer a un gran rey, el Mesías esperado por los judíos.

Hace ya muchos años, en mi primera novela “Con una sola mirada tuya”, reviví esta escena, relatada por una niña que pudo ser testigo de aquellos acontecimientos:

  Los hombres volvieron del templo llenos de excitación. En el pueblo se rumoraba que llegarían unos gentiles, ricamente ataviados y viajando con gran escolta. Eran originarios de Oriente y se encontraban en Jerusalén.  Se decía que eran tan importantes que el propio rey Herodes los hospedó en su palacio.

 Horas más tarde, cuando la extraña estrella se colocó nuevamente sobre la casa, llegó efectivamente una gran caravana. Mis primos y yo atisbábamos boquiabiertos por la ventana. ¡Ni en sueños hubiese podido imaginar tal espectáculo! Grandes animales que yo desconocía, cubiertos con telas bordadas en oro y plata, llevaban sobre sus lomos bultos igualmente decorados. Tres de aquellas bestias cargaban una especie de tiendas, con no menos adornos. Caminaban delante de cada una, hombres de oscura tez, llevando las riendas de los animales. Me acerqué al oído de mamá y le pregunté en secreto:

  -¿Es alguno de ésos el rey Salomón del que me has hablado?

  -¡No hija! -exclamó riendo-. Salomón murió hace ya cientos de años.

  -Entonces ¿quienes son?- pregunté con voz cada vez más fuerte.

  Ella llevó el dedo a sus labios pidiéndome silencio. Entonces, uno de los hombres que venía a pie, se acercó a la puerta y preguntó por el dueño de la casa. Tío Natán salió, y el hombre le dijo:

  -Mi amo el jeque Melchor, y sus amigos, los jeques Gaspar y Baltasar, solicitan permiso para entrar en tu casa a hablar contigo.

  -Mi puerta está siempre abierta a los viajeros-, contestó mi tío, visiblemente nervioso-, siempre que estén dispuestos a respetar nuestras costumbres.

  El hombre hizo una seña a sus compañeros y los animales se arrodillaron lentamente. Se abrieron los cortinajes y salieron de cada una de las tiendas los mencionados jeques. Solamente ellos tres y su intérprete entraron en la casa, el resto de la caravana permaneció afuera.

  Mi tío les ofreció asiento inmediatamente, y tía Esther sirvió vino y puso sobre la mesa frutas secas, aceitunas, pan y queso.

  Melchor ordenó al intérprete comenzar a hablar, para explicar el motivo de su visita.

  -Los jeques Melchor, Gaspar y Baltasar son hombres muy sabios, dedicados a estudiar la luna y las estrellas. Han realizado este largo viaje desde el Oriente, siguiendo a la estrella nova que actualmente se encuentra sobre tu casa. Esta estrella ha tenido un comportamiento diferente al pronosticado según sus estudios, despertando en ellos mayor interés. Desean estar lo más cerca posible de ella cuando haga explosión y se produzca la "lluvia de estrellas". Como éste es el lugar exacto bajo el astro de acuerdo a sus cálculos, los jeques solicitan tu permiso para instalar su campamento aquí, al lado de tu casa. Por supuesto se comprometen a no causarte inconvenientes, salvo el movimiento de su grupo de esclavos y animales.

  Tío Natán permaneció pensativo un rato, halándose la barba. Antes de responder buscó los ojos de mi padre como pidiendo su opinión. Papá se acercó a él, aconsejándole que preguntase cuánto tiempo calculaban permanecer allí.  El esclavo respondió al instante:

   -Mi amo piensa que la estrella no durará más de dos o tres noches.

   -Di a tu amo que mi familia y yo estaremos honrados con su presencia- expresó entonces tío Natán- y cualquier cosa que necesiten no titubeen en pedirla.

   Quizás fue exactamente así… ¿no creen amigos? Pero si alguno tiene otra versión de la historia, no dejen de compartirla conmigo…

Soñar...

Mi mayor placer es soñar. Soñar dormida y más, despierta. Dejar volar la imaginación y tratar de convertir esos sueños en palabras.

EL NIÑO BENITO JUÁREZ

--> DE LIBROS Y OTROS PLACERES Un personaje que no debemos olvidar, por su importantísimo legado a la formación de este país, es...