Alfred
Nobel, el científico millonario que legó su fortuna a la fundación que otorga
los galardones más importantes del mundo, era aficionado a las letras; tanto,
que llegó a escribir varios poemas en inglés además de la sorprendente obra de
teatro titulada Némesis.
No
es extraño, pues, que entre los premios que otorga la fundación Nobel se
encuentre uno destinado a los creadores de literatura. Pero cabría preguntar
quiénes pueden obtener esa distinción y cuál es el procedimiento para
otorgarlo.
La
Academia Sueca, compuesta por dieciocho miembros, es la responsable de
seleccionar a las personas que serán laureadas. Como en las demás áreas, la
elección del mejor candidato para el premio de literatura es responsabilidad de
un Comité, compuesto por cinco personas, que valoran las propuestas recibidas.
Para que una propuesta sea considerada, debe provenir de los miembros de la
Academia Sueca u otras academias, instituciones o sociedades similares; de
profesores universitarios de literatura o lingüística, de presidentes de
sociedades de autores que sean representativas de la producción literaria en
sus respectivos países o de quienes hayan obtenido el premio en años
anteriores.
El
procedimiento se desarrolla a lo largo de todo el año. Para el mes de abril, el
comité deberá haber estudiado cuidadosamente las propuestas y seleccionado
entre 15 y 20 nombres de candidatos preliminares. En mayo dicha lista se
reducirá a solamente 5 candidatos para ser estudiados por los miembros de la
Academia, quienes dedicarán todo el verano a leer y analizar la obra y
merecimientos de cada uno de ellos. En el mes de septiembre, de acuerdo con los
reportes de los miembros de la Academia, se lleva a cabo la discusión y
votación para elegir al ganador, quien debe obtener más de la mitad de los
votos. En el mes de octubre se anuncia la decisión final. Si el elegido acepta,
acudirá a Estocolmo el 10 de diciembre, para recibir, durante la Ceremonia
solemne presidida por el monarca sueco, una medalla, un diploma y un documento
que confirme el premio económico, el cual asciende aproximadamente a un millón
de dólares.
Este
año el galardón más importante del mundo fue concedido al noruego Jon Fosse,
nacido en 1959, quien se destaca como uno de los escritores más importantes de
esta época, según afirmó Anders Olsson, presidente del Comité del Nobel de la
Academia Sueca. "La singularidad de Fosse es totalmente evidente. En su
radical reducción del lenguaje y la acción dramática, expresa las emociones
humanas más poderosas de ansiedad e impotencia en los términos cotidianos más
sencillo. Fosse es, sobre todo, un dramaturgo que se destaca por su capacidad
para evocar la pérdida de orientación del ser humano y así, acceder a una
experiencia más profunda y cercana a la divinidad. Fosse combina fuertes lazos
locales, tanto lingüísticos como geográficos, con técnicas artísticas modernistas",
afirmó el comité sobre su obra, calificándola al tiempo de cálida y con mucho
humor.
Su
obra consta de unas 40 obras de teatro, además de varias novelas, poesía,
ensayos, libros infantiles y traducciones.
De su novela Mañana y tarde, comparto este fragmento, amigos, una probada de su voz narrativa.
…hacía
mucho que Olai le había dicho a Marta que el niño que llevaba en el vientre se
llamaría Johannes, por su padre, y ella no había puesto objeciones, porque era
lo suyo, dijo Marta, que el niño se llamara Johannes como el padre de Olai,
piensa Olai ¿y por qué estarán ahora tan calladas ahí en la alcoba? ¿se estará
complicando la cosa? Pero todo parecía ir bien cuando la vieja matrona Anna
pasó por la cocina para coger más agua caliente, no, él no le notó a la vieja
matrona Anna que la cosa fuera mal, no, piensa Olai, y enseguida se siente más
sereno, la verdad es que de pronto se siente casi feliz, vaya, hay que ver cómo
cambian las cosas, increíble, piensa Olai, y ahora un niño chico, el niño
Johannes, verá la luz del mundo, porque el niño se ha hecho grande y fuerte en
la oscuridad del cálido vientre de Marta, ha pasado de no ser nada de nada a
ser una persona, una personita, pues sí, en el vientre de Marta le han salido
dedos en las manos y dedos en los pies, y le ha salido cara, le han salido ojos
y cerebro y quizá hasta algo de pelo, y ahora, mientras su madre Marta grita de
dolor, el niño vendrá al frío de este mundo y aquí estará solo, separado de
Marta, separado de todos los demás, estará solo aquí, siempre solo, y luego,
cuando todo haya acabado, cuando llegue su hora, se descompondrá y volverá a la
nada de la que salió, de la nada a la nada…
Dan
ganas de seguir leyendo…¿cierto, amigos?