Mis novelas

Mis novelas
Mis novelas

jueves, septiembre 28, 2023

MÉXICO Y LOS SISMOS

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Nunca estamos listos para el profundo impacto provocado por los fenómenos de la Naturaleza. Se trate de huracanes, tsunamis, tornados o los devastadores sismos que han marcado, una y otra vez, con escenas de muerte, dolor y destrucción la memoria universal.

Nuestro México tiene un largo historial de terremotos dadas las condiciones de su subsuelo: esas placas que conforman la corteza terrestre, la cual no es una masa uniforme, sino una especie de suma de pedazos que están, como el planeta mismo, en continuo movimiento. Muchas son las explicaciones científicas que hemos oído, visto y leído en años recientes, cuando un incremento en esta actividad provocó, tanto en 2017 como en 2022, movimientos telúricos que produjeron daños mayores y, por su intensidad, pasaron a formar parte de la histórica lista de graves terremotos en nuestro territorio.

Para quienes tengan curiosidad sobre este tema, recomiendo consultar la monumental obra de los investigadores Virginia García Acosta y Gerardo Suárez Reynoso, titulada Los sismos en la Historia de México, publicada por la UNAM, CIESAS Y EL FCE, en dos extensos tomos que recogen datos y descripciones de todos los terremotos documentados desde el año 1 Pedernal.

En ella podremos enterarnos de que los habitantes de Mesoamérica han sido víctimas de dichos fenómenos naturales desde siempre.  Claro que, en tiempos prehispánicos no provocaban la destrucción masiva que acontece en nuestros días, pues las casas eran de material ligero y las pirámides, debido a su forma, no se caían con los temblores, además, no había la concentración poblacional de hoy. En aquella época los sacerdotes decían que eran causados por el ollin, que es el movimiento de los astros. Temblor en náhuatl se dice tlalollin, es decir, movimiento de la tierra. Explicaban que, cuando Venus se ponía en el horizonte y luego reaparecía en el oriente a la mañana siguiente, había tenido que caminar bajo tierra en plena oscuridad, y a veces se tropezaba: eso era un temblor. Los temblores más fuertes ocurrían cuando era el Sol quien tropezaba.

Una vez conquistado y evangelizado por los españoles el antiguo Imperio Mexica, junto con sus pueblos vecinos, la explicación no dejó de ser de índole religiosa. Los frailes aprovechaban estos fenómenos para hablar a los naturales de la ira de Dios por los pecados de la gente. Los conminaban a la obediencia, el tributo, la oración y la penitencia para calmar el enojo del creador.

Desde luego, el tipo de construcciones coloniales de piedra, no siempre bien cimentadas y equilibradas, los techos más pesados y las iglesias con bóvedas y campanarios, sufrían daños severos y con frecuencia había víctimas humanas.

Varios sismos se encuentran descritos en las crónicas junto con las medidas religiosas que se tomaban. Por ejemplo, en septiembre de 1754, el arzobispo de México llamó a una procesión dedicada a San José “a fin de aplacar la divina justicia en los terremotos experimentados”.

 En 1875, en Guadalajara, “una procesión de penitentes desnudos, con crucifijos y luces, recorrieron las calles de la ciudad… todos con velas y algunos descalzos, en señal de penitencia”.

Aún hoy, cuando se sufren terremotos que se suman a la lista de destructores movimientos telúricos, no falta quien quiera darles explicaciones religiosas, mágicas y paranormales. Tampoco ha conseguido la ciencia la tan deseada posibilidad de predecirlos… y, desgraciadamente, hay quienes siguen construyendo sin tomar en cuenta este riesgo que es una certeza: seguirá temblando en el territorio nacional. Asimismo, siempre hay gente sin escrúpulos que trata de aprovechar la desgracia para manipular y obtener beneficios personales.  Afortunadamente, somos testigos también de muchas muestras de solidaridad, empatía, cooperación y generosidad.

En suma, la Naturaleza es poderosa e impredecible…Y la condición humana comparte esos adjetivos.

No hay comentarios.:

Soñar...

Mi mayor placer es soñar. Soñar dormida y más, despierta. Dejar volar la imaginación y tratar de convertir esos sueños en palabras.

EL NIÑO BENITO JUÁREZ

--> DE LIBROS Y OTROS PLACERES Un personaje que no debemos olvidar, por su importantísimo legado a la formación de este país, es...