Mis novelas

Mis novelas
Mis novelas

jueves, marzo 04, 2021

HUMOR EN EL DÍA DE LA MUJER

-->
DE LIBROS Y OTROS PLACERES


Se celebra el próximo día 8 el Día Internacional de la Mujer, una fecha que provoca polémica porque pone en la palestra el tema de los avances de nuestro género en la lucha por ser reconocidas como iguales a los hombres en cuanto a derechos y capacidades, avances que a veces parecen enormes y, otras, apenas unos pequeños pasos.  ¿Sería necesario un día conmemorativo si realmente hubiésemos alcanzado tal estatus? ¿Sigue el machismo dominando hogares y centros de trabajo? ¿Está ya obsoleta la lucha de las mujeres?

            Estas y otras discusiones se intensificarán en los próximos días; los argumentos del feminismo, de la igualdad y también los de quienes insisten en la necesidad de conservar roles ancestrales. Y seguramente no será este año ni esta década cuando alcancemos acuerdos definitivos… quizá nunca lo hagamos.

Personalmente, amigas, amigos, pertenezco a quienes sostienen que debemos ser iguales y que falta mucho por hacer para conseguir que las mujeres seamos vistas y tratadas con la equidad debida, pero también, que hay avances dignos de ser reconocidos, aunque por desgracia, no para todas.

Pero dejemos por un momento a un lado la discusión, y demos paso a un poco de humor. Para ello desempolvé este poema lúdico, escrito en la primera mitad del siglo que recientemente dejamos atrás… No es muy feminista, al contrario, pero creo que es hora de sonreír…  sobre todo, amigas, las que nunca hemos sido tratadas como mercancía.  Se titula EL BAZAR DEL DIABLO, y su autor, que firmaba con el seudónimo de Sánchez Filmador, no era, les aseguro, pues tuve el gusto de conocerlo, ningún misógino, por el contrario, creía en la inteligencia de las mujeres mucho más que la mayoría de sus contemporáneos.


Puso el diablo un gran bazar

de mujeres condenadas,

y al verlas almacenadas

todo el mundo fue a comprar

que esta ocasión fuera una

bobera no aprovecharla,

¡cuántos dieran por hallarla

la mitad de su fortuna!

Yo también fui, quién no acude

a cita de tal valía,

pero tanta gente había

que llegar dentro no pude;

los hombres, con malos modos,

se empiezan a impacientar…

-Señores, no hay que empujar,

¡si hay mujeres para todos!

Por orden se había llegado

a donde estaban expuestas,

que el diablo en cosas como éstas

suele ser muy ordenado,

lo cual, aunque había retablos

pidiendo orden desde afuera,

no evitaba que allí hubiera

unos gritos......¡de los diablos!:

-¡yo por ésta te doy mi alma!

-¡Yo quiero la güera aquella!

-Señores, ya voy por ella,

pero un poquito de calma,

poco a poco y sin gritar

que todos pidan, convengo,

que yo para todos tengo

y no hay por qué pelear.

-¿Quién  las quiere? -pregonaba

el diablo que las vendía,

y cada cual le pedía

lo que mejor le gustaba.

-A ver usted ¿cuál quería? –

dijo al primero que entró,

y el pobre se conformó

con una que sonreía.

-Y usted ¿qué quiere? Ya escucho.

-¡Ay señor, yo que sea sorda!

-Y usted ¿qué busca?

-Una gorda

pero que no coma mucho.

Una chiquita y menuda,

meneadorcita y graciosa

pide el cuarto.

-¿Usted qué cosa?

-¡Ay señor, yo que sea muda!

-Yo señor, -otro replica-

si hay guapas ¡qué hemos de hacer!

deme usted una mujer

y más que todo... ¡muy rica!

Otro de pocos dispendios,

otro que sea muy casera

y hasta hubo quien la pidiera

asegurada de incendios.

Todos salían encantados

con la mujer elegida,

pues que les era cedida

sin gastos exagerados,

aunque dio mucho qué hacer

que más de un arrepentido

diera todo por perdido

devolviendo a la mujer.

Ya desesperaba yo,

¡y era sólo el ciento tres!

cuando por fin, muy cortés,

el diablo me preguntó:

-¿Cuál es para usted más grata?

Yo dije: -Vamos a ver,

deme usted una mujer

buena, bonita y barata.

-¿Buenas, bellas y no caras?-

dijo el diablo compungido,

-Aún no las he recibido,

esas, amigo, son raras.

Salime desesperado

de no lograr mi deseo,

¡Señores, pero qué veo!

¡vaya si soy alocado!

No hay comentarios.:

Soñar...

Mi mayor placer es soñar. Soñar dormida y más, despierta. Dejar volar la imaginación y tratar de convertir esos sueños en palabras.

EL NIÑO BENITO JUÁREZ

--> DE LIBROS Y OTROS PLACERES Un personaje que no debemos olvidar, por su importantísimo legado a la formación de este país, es...