Un
personaje al que la historia no ha dado el lugar que debiera corresponderle, es
José López Portillo y Rojas, abuelo del homónimo ex presidente de la República.
Afirmo
que debiéramos reconocerlo no por ser hijo de gobernador o abuelo de
presidente, ni por haber sido, él mismo, gobernador de Jalisco, Senador de la
República, detractor del partido científico y del porfiriato, principal
promotor del partido reyista o secretario de Relaciones Exteriores, que no son
en sí pocos méritos, sino fundamentalmente por sus letras.
Como
apunta Ramiro Villaseñor en el prólogo a la novela “Fuertes y
débiles”, publicada por Editorial Porrúa, respecto a la trayectoria literaria
de José López Portillo y Rojas, desde los 12 años despiertan en él sus aficiones
literarias, editando el periódico estudiantil 'La Exhalación', en que publica
sus primeros ensayos. A los 14 años escribe una novela de caballerías llamada
'Rolando mano de acero' que desgraciadamente se perdió cuando fue cateada su
casa, junto con su archivo personal.
Al terminar sus
estudios de jurisprudencia en 1871, escribe su novela corta 'El primer amor'
que se desarrolla en la casa que sus padres tenían en San Pedro Tlaquepaque, y
que nos proporciona material autobiográfico. Al poco tiempo emprende un viaje a
Europa; salió de Guadalajara en 1872, hacia los Estados Unidos, donde observó
los progresos materiales de ese país. De ahí pasó a Irlanda, Escocia e Inglaterra;
de esa época daten las observaciones que le dieron material necesario para su
libro 'Enrique VIII'.
Tres años
permaneció en varios países europeos; próximo a regresar a su patria, sintió
deseos de conocer Egipto y visitar en Palestina el Santo Sepulcro, el cual
describe minuciosamente en su libro 'Impresiones de Viaje'. En Egipto sube la
Pirámide y tuvo el orgullo de ser el primer mexicano que cruzó el canal de
Suez. A su regreso al país, sólo tiene 20 años, publica el libro con
observaciones muy atinadas. Se establece de nuevo en Guadalajara, como abogado
litigante; al mismo tiempo se dedica a la enseñanza en la Facultad de
Jurisprudencia, en la cátedra de Derecho.
Era común en los
habitantes de Guadalajara el recorrer pueblos y haciendas; uno de esos
recorridos el inspiró para escribir su novela 'La Parcela' y otras más. En 1875
se dedica a la política y sale electo diputado al Congreso de la Unión, cargo
que cumplió hasta 1877.
En 1886 funda 'La
República Literaria que se publica durante 4 años con toda regularidad. Trabaja
tenazmente en la revista, escribiendo artículos de crítica literaria, novelas,
cuentos y críticas de arte, en los que usa los seudónimos de Farfalla y
Yussuf-Ben-Issa; aparte de sus trabajos originales traduce a escritores
franceses, ingleses y alemanes, y recibe colaboraciones de escritores
españoles.
En 1892 recoge
todos sus poemas en un librito titulado 'Armonías Fugitivas', pero sus afanes
literarios no están reñidos con sus afanes políticos y, en ese mismo año,
vuelve a ser diputado, pero esta vez por el Estado de Nuevo León, gracias a su
amistad con Bernardo Reyes.
En ese tiempo conoce
a José Othón.
Por su activismo a
favor de Reyes cae en desgracia ante los ojos del Dictador y va a prisión
durante algunos meses.
Después de la
Revolución, ya pacificado relativamente el país, se dedicó a la enseñanza, y
fue nombrado presidente de la Academia de la Lengua, puesto que ocupó hasta su
muerte, en 1923. Antes de morir había escrito sus novelas 'Fuertes y Débiles',
'Rosario la de Acuña' y el libro 'Elevación y Caída de Porfirio Díaz'. Esta es
una de las biografías del General Díaz llevada con mayor imparcialidad, con
juicios certeros alejados de toda subjetividad o pasión política, a pesar de la
incomprensión que sufrió de parte de don Porfirio.
Don José López-Portillo y Rojas fue un fecundo escritor y uno de los máximos exponentes
del romanticismo en México. En sus novelas denuncia las terribles injusticias
sociales que se cometían durante el porfiriato; se ha llegado a decir que su
lectura fue una de las causas de la Revolución Mexicana.
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