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miércoles, junio 14, 2023

GRANDES MÚSICOS QUE RECORDAR EN JUNIO

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DE LIBROS Y OTROS PLACERES

Estamos ya en las últimas semanas de la primavera. El verano nos llegará pronto y con él, las tardes lluviosas en que no dan ganas de salir ni a la esquina… Es lindo ver llover, pero sin mojarse, como dice la sabiduría popular.  Y qué mejor manera de complementar este espectáculo, bien resguardados, que escuchando música. 

El calendario nos sugiere dos autores muy distintos para este mes de junio: Un mexicano enorme: Carlos Chávez, autor de más de ciento cincuenta obras musicales con las que engrandeció a nuestro país. 

Carlos Antonio de Padua Chávez y Ramírez, hombre poco común, nació un 13 de junio, en el último año del convulsionado siglo XIX.  Su familia contaba historias que la hacían especial: el abuelo, José María Chávez, había sido gobernador de Aguascalientes y, debido a su filiación liberal, ejecutado durante el Imperio de Maximiliano. El padre de quien sería un incansable creador musical, era uno de esos sabios inventores; su diseño de una máquina de arado se fabricó y utilizó en los campos de los Estados Unidos de Norteamérica.  Agustín Chávez murió a temprana edad, dejando huérfano al pequeño Carlos Antonio, de solamente tres años. Pero legándole esos genes creativos que el chico aplicaría al arte.

Desde niño, Carlos comenzó a estudiar piano, primero con su hermano y luego con maestros de la talla de Asunción Parra y Manuel Ponce. Pero no sólo de música lo nutrían en casa; también de ideas liberales y nacionalistas y de amor por lo nuestro, por las raíces indígenas de la cultura mexicana.  Con ello se gestaba un futuro director y compositor de obras como la conocida Sinfonía India, que utiliza instrumentos de percusión yaquis.

Además de prolífico autor de sinfonías, conciertos, suites, sonatas y melodías, Chávez fue maestro y director del Conservatorio nacional de Música, formando a importantes creadores e intérpretes entre los que se encuentra, por ejemplo, José Pablo Moncayo, el autor del conocido Huapango. 

Y otro de sus grandes legados a la riqueza cultural de nuestro país, fue la fundación, en 1947, de la Orquesta Sinfónica Nacional, a la que llevó a muchos rincones de nuestro territorio y del extranjero, para dar renombre y gloria a la música mexicana.

De tiempos más cercanos, originario de otro país, y autor de otros géneros musicales, pero también digno de escuchar y recordar en estos días, es el norteamericano Henri Mancini, fallecido un 14 de junio de 1994, cuyo nombre exacto era Enrico Nicola Mancini, pues, aunque naciera en Cleveland provenía de una familia italiana. Mancini se especializó en escribir temas musicales para el cine, de ésos que se quedan en la memoria y nos hacen tararearlos por días. ¿A quién no le ha pasado algo así con el tema de la Pantera Rosa o la canción Moon River de la película Desayuno con diamantes?  Por ambas obras, este músico obtuvo sendos Óscares. Es suya también la adaptación musical para la obra Víctor Victoria.

Bueno, amigos, pues a disfrutar de las obras de Carlos Chávez durante las tardes lluviosas. Son tantas y tan bellas, que no nos alcanzará esta temporada… También de las películas ya clásicas, musicalizadas por Henri Mancini.  Y si se animan a salir, no se pierdan el placer de escuchar a nuestra orquesta sinfónica, la OSEM, a la Filarmónica Mexiquense, así como a la dinámica y propositiva Orquesta Filarmónica de Toluca.  Siempre es la mejor experiencia disfrutar de la música en vivo, mirando a los ejecutantes.

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