Desde el título del libro,
que nos define estirpe como raíz y tronco de una familia o linaje, nos vamos a
adentrar con varios linajes: los indígenas, los genoveses, los españoles muchos
de ellos con linajes turcos e incluso africanos. La novela nos va a narrar
desde antes de 1550 a 1581. Va ir entretejiendo la guerra de conquista del
Nuevo Mundo, en especial la caída de Tenochtitlan, con todas las consecuencias,
que acarreó la dominación española. La autora también nos hace participe de lo
que ocurría en el viejo mundo, en especial Génova, algunas ciudades españolas,
Madrid, Sevilla, además de otros lugares con sus propios conflictos bélicos. No
hay duda de que las historias están muy bien narradas y que nos atrapan.
Al margen de la vida de los
protagonistas, que para mí son Isabel y su ahijado Ángel, tengo varias
preguntas para la escritora.
1. ¿a qué retos te enfrentaste
para plasmar en papel, esos 31 años de historia a nivel global?
2. ¿cómo fue pasar de un mundo
a otro con diferentes visiones de mundo?
3. ¿cómo lograste conciliar las
emociones y sentimientos encontrados de Isabel y Ángel, al conocer su estirpe
de guerreros y caballeros águila y tener que ocultar esas raíces ante los
europeos?
4. ¿cómo lograste amalgamar
tanta historia con la ficción?
Muchas felicidades, por este
trabajo narrativo e histórico. Escrito con conocimiento, con profundidad y sin
perder la cera literaria y de la ficción. Gracias Bertha.
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