En esta novela se puede ver mucho trabajo de
investigación, está basado en hechos reales, es un relato de tiempos de la
Conquista de México, trata temas sobre el mestizaje, la mexicanidad, el deseo
de ir a la guerra y la fascinante descripción de los viajes por Europa.
Me llamo la atención la vida de Isabel Moctezuma, sabía
de su existencia, pero nada más. Su nombre en náhuatl era Ixcaxóchitl
Tecuichpo, una mujer cuya vida estuvo ligada a la tragedia. Tecuichpo era una
niña de 12, 13 años cuando la conquista, una niña a la q el destino puso en una
situación terrible pues fue testigo de la destrucción de su pueblo y de la
ejecución de su padre. La obligaron a casarse desde pequeña varías veces,
primero por su gente, estuvo casada con dos tlatoanis, Cuitláhuac y Cuauhtémoc,
que como sabemos murieron pronto y luego Cortés la caso con subalternos, además
Cortés abuso de ella y de esta relación nació Leonor, la cual fue rechazada por
ambos. No obstante, Cortés le dio su apellido.
Tecuichpo fue bautizada como Isabel, en honor a la reina.
Después de muchos matrimonios se casa con Juan Cano, esta vez por decisión
propia, con quien procrea 6 hijos. A partir de entonces Isabel pudo tener algo
de paz y estabilidad.
Fue una mujer inteligente y astuta y bien asesorada por su
último marido, Juan Cano, supo adaptarse perfectamente al mundo colonial.
El protagonista, Ángel Doria, sobrino del último tlatoani
y descendiente de un almirante genovés, Andrea Doria, considerado como el más
grande marino de la época, con ese espíritu aventurero que caracterizaba a los
genoveses. Podríamos decir que Ángel es el resultado de la mezcla de dos
culturas totalmente diferentes, donde surge el concepto, no muy preciso, de
mexicanidad que muchos mexicanos no logran asumir plenamente. Aquí nos encontramos
con esa lucha de identidades que vienen de nuestros antepasados con un cúmulo
de mitos y resentimientos de los cuales no encontramos argumentos ni motivos
para tener una definición de lo que somos. Como señala Octavio Paz en su
“Laberinto de la Soledad”, “… el mexicano no quiere ser indio, ni español,
tampoco quiere descender de ellos, los niega. Y no se afirma cómo mestizo, sino
como abstracción, se vuelve hijo de la nada”.
Toda la historia de México señala Paz, desde la Conquista
hasta la Revolución puede verse como una búsqueda de nosotros mismos.
Gracias Bertha, felicidades por este libro
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